Hay quien me ha dicho que siempre hemos ido muy deprisa con la nueva cofradia. Estimo que la mayoria de los que formamos el grupo inicial somos lo suficientemente mayores como para no tener muchos años de nuestra vida que perder. Pero eso no tiene que ver con la velocidad. El proyecto está y ha estado siempre muy madurado.Se trataba y se trata, de ir siempre un paso por delante. Potenciar lo que queremos, no dejarlo a la suerte. Aquella tarde en la Marina queriamos que nuestro amigo Quintana se hiciese una idea cabal sobre el tipo de Cristo que queriamos para la cofradia. Nada mejor que una visita al Señor expuesto en la planta alta de la ermita de la Soledad para entenderlo.
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